martes, 11 de febrero de 2020

ENTRE EL MARKETING DE PERMISO Y EL SPAM

El marketing de permiso es un término acuñado por Seth Godin. Habla de que los mercadologos deben solicitar permiso antes de enviar publicidad a los consumidores, ya que de lo contrario podría considerarse spam (correo no deseado), y ser descartado de inmediato.

La mayoría de veces que un negocio envía su catálogo sin previo consentimiento del cliente, ya sea por email o correo tradicional este es descartado, a esto es a lo que le llamamos “SPAM”, que es parte del llamado “Marketing de interrupción”, nombrado así porque está diseñado para interrumpir en nuestras actividades diarias y que le pongamos atención.

Está de más decir que el porcentaje de éxito de esta estrategia es muy bajo, pero es una práctica muy utilizada por las empresas.




Entonces, lo que Seth Godin plantea con el “Marketing de permiso” es una estrategia parecida pero llevada de diferente manera, como dicen por ahí, “en el pedir está el dar”.

Se basa en el principio de que los consumidores primero deben dar su permiso en vez de rechazar, después de que la publicidad haya sido enviada. Todo esto para un uso más eficiente de recursos, pues las promociones no son enviadas a personas que no están interesadas en el producto, es decir, no se gasta en alguien que al final va a desechar la promoción. Es una técnica basada en el marketing personal, es decir en el concepto de marketing uno-a-uno.

Es utilizado por vendedores en línea, comerciantes en particular, correo electrónico y marketing de búsqueda. Esta forma requiere que el cliente haya dado permiso para enviar una promoción (solicitud de catálogo).




Tiene muchas ventajas entre ellas está la fidelización del cliente a la marca, lo que a su vez ayuda a descubrir las necesidades y gustos de este, y por supuesto, una mayor personalización de la oferta, ya que, cuando la empresa envía sus catalogo u ofertas al clientes, este no lo ve como una interrupción a su espacio personal, pues el mismo lo ha solicitado y vera esas oferta “a conciencia”, por llamarlo de algún modo.